Niños y iPads
Es desafortunada la forma en que la mayoría de padres está manejando la relación de sus hijos con la tecnología. El debate preferido del momento es si los niños deben hacer uso de las tabletas electrónicas o no, y en qué medida.
Numerosos artículos discuten el tema pero fallan en dar una respuesta concreta. Por ejemplo, muchos afirman que los niños se vuelven adictos a las tabletas. No, los niños no se vuelven adictos a las tabletas. Se vuelven adictos a YouTube, Netflix, BabyTV y el resto de aplicaciones de consumo pasivo que los entretienen por horas y horas sin ningún tipo de interacción.
La discusión, entonces, no es si los niños deben hacer uso de las tabletas o no. La pregunta importante es: ¿Qué tipo de aplicaciones deberían utilizar? La respuesta depende de cada niño pero la regla es buscar aplicaciones didacticas apropiadas para su nivel mental y evitar las de consumo pasivo como YouTube, Netflix, y juegos sin ningún significado didáctico.
La culpa no es de las tabletas, es de los padres que no están tomando un rol activo en la forma en que sus hijos interactuan con estos dispositivos.
La tecnología es una poderosa herramienta de aprendizaje y creatividad para los niños. Es un error prohibirles su uso, pero es un error aún más grave convertirla en un mecanismo de premio y castigo como ha ocurrido históricamente con la televisión, que ha ocasionado la adicción de varias generaciones desde su aparición comercial a final de los años veinte.
El problema con la televisión --el dispositivo de consumo pasivo por excelencia-- es que no existe ningún tipo de interacción y los problemas son presentados de forma tan trivial que no es necesario hacer el más mínimo esfuerzo mental. Afortunadamente eso está cambiando. Hoy podemos escoger los programas y el momento en que los queremos ver. La televisión es un excelente medio para influenciar positivamente a nuestros hijos e iniciarlos en otro idioma, por ejemplo.
Los padres se deben convertir, entonces, en los curadores tecnológicos de sus hijos. Nuestro rol es el de buscar, seleccionar y probar todas las aplicaciones que nuestros hijos van a usar y los programas que van a ver. Es una tarea que requiere tiempo y esfuerzo pero la recompensa en una sana relación de nuestros hijos con la tecnología. Una relación de aprendizaje y creación, no sólo de consumo que es lo que ha ocurrido con la televisión y lo que vemos hoy en día con la proliferación de las redes sociales.