¿Cómo tener siempre la razón?

“Tengo razón. Siempre tengo razón. Una vez pensé que estaba equivocado, resultó que tenía razón” – Jerry Lee Lewis.

Siempre tengo razón. No es terquedad. Es un metodo que he desarrollado en los últimos años y que voy a intentar explicarle en este post. Requiere esfuerzo y práctica. Pero si todos lo aplicáramos seríamos una mejor sociedad. No tengo duda de eso.

El método se basa en las siguientes cuatro premisas:

  1. Justificar nuestras posiciones es fácil, el verdadero reto es desafiarlas.
  2. El razonamiento es el único método válido para argumentar una posición.
  3. Es preferible aceptar nuestra ignorancia a justificarla.
  4. Los instintos y pasiones comprometen nuestra objetividad.

Evitar la autojustificación

Siempre que crea tener una posición, intente pasar algún tiempo pensando lo contrario, desafiando su posición. No es fácil. Requiere práctica. Estamos tan acostumbrados a autojustificarnos que estar en contra de nosotros mismos es todo un reto. Inténtelo.

Recuerde que es muy posible que llegue a la conclusión de que estaba equivocado. No importa, igual tendrá la razón. No sólo eso, ahora podrá defender su posición con más fuerza. Podrá cambiar la ira y los gritos por argumentos razonables porque ya ha hecho el ejercicio.

Siga practicando. Por cada cosa que piense, intente pensar lo contrario. Se dará cuenta que después de unos días ya ocurrirá de forma natural. Será una persona objetiva.

Desprogramando nuestro cerebro

Desde pequeños somos programados con creencias que no tienen justificaciones razonables pero que aceptamos sin discusión. ¿Quienes nos programan estas ideas? Nuestros padres, amigos, profesores, el gobierno, los medios, el sistema educativo, el sistema bancario y las organizaciones religiosas, entre otros.

Necesitamos desprogramar nuestro cerebro. Tome cada una de estas creencias y desafíelas como lo explicamos anteriormente. No tiene sentido basar nuestros argumentos en ideas sin justificación razonable.

No es fácil empezar. Estas creencias están tan adheridas a nuestro cerebro que muchas veces no somos conscientes de ellas. Es por esto que escribí esta corta lista. Ajuste cada idea a sus creencias:

  • El hombre es el responsable del calentamiento global.
  • Todos los niños deben ir al colegio.
  • Es buena idea domesticar animales como mascotas.
  • Todos los jóvenes deben ir a la universidad.
  • Es importante votar para ejercer la democracia.
  • Dios existe. Esta es nivel avanzado. Sé que es pecado pensar lo contrario. ¿No cree que eso ya es una señal?

Tome una creencia a la vez y asuma la posición opuesta. Si usted cree que el voto es importante, intente encontrar justificaciones que lo convenzan de lo contrario. Necesita pensar. Tome una actitud muy crítica. Sienta que usted defiende esa posición. Busque en Google. Hable con gente que defienda esa posición. Mantenga esa misma actitud por varios días.

Fíjese que no necesariamente tomará una posición diferente. Puede que reafirme su creencia y tenga mejores argumentos para defender esa posición. Recuerde que independientemente del resultado siempre tendrá la razón.

Suposiciones

Nuestro cerebro está diseñado para rellenar información. Lo que no sabemos, lo suponemos. Nuestros antepasados asumieron que la tierra era plana: no tenían razón. Los esclavistas asumieron que los esclavos no sentían (al menos eso querían creer): no tenían razón. Hoy en día, los dioses son nuestro asterisco preferido. Cuando no entendemos algún fenómeno, se lo atribuímos a ellos. ¿No es preferible dejar las preguntas abiertas y seguir en la búsqueda de una respuesta razonable?

Intente no suponer lo que no conoce. Si definitivamente necesita suponer algo, sea consciente del efecto que tendría en su posición si no llegara a ser cierto. Recuerde que su probabilidad de acertar disminuye a medida que necesita asumir información.

Pasiones

El miedo, la ira, el amor, la alegría, la tristeza. Una de los mayores retos del ejercicio anterior es intentar ser objetivo. Por ejemplo, si usted tiene una mascota tendrá problemas intentando justificar que es mala idea domesticar animales como mascotas. Si usted siente “temor a Dios” será imposible justificar que no existe. Ha entrado en el mundo de las pasiones. Es uno de los caminos más peligrosos porque no está siendo objetivo. Intente evitarlo.

Separe las pasiones cuando esté defendiendo alguna posición. Si siente rabia, espere. Si siente alegría, espere. Si siente amor, trate de cambiar el personaje que le produce esta emoción. El objetivo es ser objetivos!

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